Y así es. Este mundo me genera importencia. Me siento vivo, pero en ocasiones parece que estoy mirando todo desde una grada. Que las cosas "normales" que hacéis todos no son para mí. Es por rachas, supongo que según mi segregación de serotonina, pero en ocasiones me siento apagado.
Tengo claro que esa impotencia es necesidad de crear algo. De llegar a una etapa de conocimiento o inspiración más avanzada, pero estoy aprendiendo a no tener prisa. Pero no puedo evitar desesperarme de vez en cuando.
Curiosamente, acuden a mí personas con problemas en su vida profesional: conflictos laborales con compañeros/as o colaboradores, saturaciones de carga de trabajo, establecimiento de objetivos, actitudes para hablar en público o en una reunión... y triunfan. Se mutan gracias a mis instrucciones. Pero a mí no me funcionan. Solo si me siento seguro. Estoy hecho para los demás, no para mí mismo. Y me da rabia. Menos mal que a veces alguien aparece por mi camino, me agarra de la mano y me orienta. Gracias a los que hacéis de brújula para mí. Tenéis y tendréis un amigo incondicional, comprensivo y paciente.
Muchas gracias.
domingo, 24 de enero de 2010
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Al terminar de leer me he sentido cerca de ti,en el sentido de que me pasa lo mismo.A veces es como si estuviera en un segundo plano mirando lo que hace todo el mundo,pero lo mas raro es que a veces estoy yo también con esa gente a la observo...no se bien explicarlo.
ResponderEliminarTambién estoy aprendiendo a no tener prisa pero ya sabes es difícil,y mas cuando no tienen sentido las cosas,estas desorientado y no sabes para donde tirar que es mi caso...
Pero gracias a ti veo una luz ,pequeña pero que seguro poco a poco me hará ver mi camino,aún tengo esperanzas...
un beso...silvia
Me gusta lo que leo... :-)
ResponderEliminarCreo que esto del blog ha sido una buena idea...