Aquí me encuentro, después de una semana agotadora, exánime por un día muy largo y que me ha dejado casi sin fuerzas, mirando por la ventana de casa y casi en total obscuridad.
Miro hacia el cielo y me pregunto la cantidad de personas que estarán asomadas como yo, oliendo el relente de la noche, relajadas, adormecidas o, en el peor de los casos, tristes. Incluso, habrá quien esté falleciendo en este momento. Y puede que a escasos metros de ladrillo y cemento. Y yo aquí, como si no pasara nada en el mundo. Como si solo existiera lo que veo. Es todo tan grande, que da hasta miedo. Y es un pensamiento que a muchos fóbicos sociales les abruma. Por eso es importante aprender a enfocar la vida desde diferentes puntos. Alguna vez más alejados, para entender la vida. En otras ocasiones, más cerca de nuestros pies. Pero siempre intentando mantener el control. Somos los dueños de nuestro "mini" universo personal y eso no nos lo puede quitar nadie. Al menos durante el tiempo que estemos vivos.
Muchos de vosotr@s conocéis mi opinión sobre la reencarnación. Soy un fiel creyente de ésta, pero hace mucho de dejé de buscar más explicaciones. Cada cosa a su debido tiempo. Por eso, desde que me dedico a mi pequeño mundo, me siento mucho más completo.
Seguro que, en la habitación de un hotel del centro de Madrid hay cantidad de personas que están de paso, que se sienten solas y con una gran cantidad de emociones por la experiencia que están viviendo. Me viene este pensamiento porque recuerdo la cantidad de noches de hotel en las que me asomaba como hoy por la ventana y me sentía exactamente así. Pero intentaba buscar y buscar... y estaba mucho más frustrado.
Dediquemos nuestros esfuerzos a encontrar nuestra paz y a bajar las revoluciones de nuestro motor vital. Se puede lograr. Da igual que seamos enfermos mentales, físicos o sensoriales. Todo el control está en nuestra mente y, desde mi humilde posición, intentaré ayudar y compartir en la medida que me sea posible.
Yield_
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Me ha encantado "Observando la noche". A mi en las noches de verano me ocurre lo mismo, me quedo a oscuras observando embobado el cielo estrellado y entonces me hago muchas preguntas pero no encuentro respuesta.
ResponderEliminarPor cierto Yield, ya me gustaria poder explicar lo que siento mientras "observo la noche" tan bien como tu. Eres un crack.
Por cierto, jeje, anónimo soy yo. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya Melmakk. Hay que fastidiarse con los buenos ojos que me miras. Vas a hacer que me lo crea y todo!! Me alegra que te haya llegado... Mil gracias y un abrazo.
ResponderEliminarOle los aires del otoño... me encanta sentirte de nuevo y esta vez tan intensamente inspirado....con las mismas ganas de dar lo bueno... lo bonito...y esta vez con mucha paz esa paz de la que todos estamos hechos pero que tantas veces se nos olvida escondida en algun rincon oscuro del fondo de nuestra alma...mil gracias por compartir tu mundo con el nuestro porque con tu granito y con todos los de los que luchamos por lo mismo; dar.... podremos hacer una gran montaña y a ver si contagiamos a mas genta cada vez,sino que sentido tiene estar en este mundo?...gracias por existir....
ResponderEliminarMe encanta mirar al cielo, nos hace tan pequeños y tan iguales en el fondo unos de otros y siempre tengo sensación de vértigo, me gustó mucho tu reflexión y el sentido y la sensación que tenemos cuando buscamos nuestra paz interna y esa serenidad y empuje que nos motiva a compartir lo bueno de nosotros con otros.
ResponderEliminarUn saludo y un abrazo yield
Mil gracias. La inspiración suele venir cuando mi cabeza está más tormentosa... Sin nubarrones negros, no hay agua...
ResponderEliminarMe alegra que os guste y os provoque sensaciones y comentarios tan dispares.
Un abrazo.
Que pena.....
ResponderEliminarQué pena por qué Anónimo?
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